sábado, 16 de junio de 2007



Llegó anoche pretextando una confesión. trajo crucifijo, Biblia y excelente vino. Me miró lento mientras abría la puerta, contempló mi bata y me miró aún más lento. Me estremecí. Enardecí de ansias al no saber que juego soltaría. Se veía exquisito dentro de ese traje religioso, exquisito. Es tan natural esa conducta suya, llegar sin aviso, fingir un nombre, interrumpir mi insomnio para ceder a sus fascinaciones. Me embruja nuestra camaradería;
esa mueca firme de enajenamiento y desesperación que nunca se quita. Me dijo, soy sacerdote de la sagrada familia. Le creí. Lo invité a pasar y a tomar una copa. Bebimos, y hasta donde fue posible perdí la cabeza.





Ahora apenas amanece, son las cinco con quince y mientras enciendo un cigarrillo miro de lejos como recibe el amanecer, Josias en definitiva es un hijo de Dios, ninguna otra criatura puede lucir tan preciosa mientras duerme.

lunes, 11 de junio de 2007


Me siento bien dispuesta a convertirme en su error. Ese hombre del que no mucho he hablado fue educado para ruborizarse ante todo acto lascivo e inmoral. ¿Y qué? La casualidad ha esparcido sus botones, se ha arrodillado para que una pobre como yo tenga su cuerpo convertido en llama. Y así será eventualmente, deben creerme. No temo enfermedad o infortunio derivado de mi atrevimiento, si he de temer a algo será al dolor que me cause la privación de corromper su divina alma.

viernes, 1 de junio de 2007


no sé si deba dudar de la heterosexualidad de Josías. Tenía una semana sin verle y hoy está aquí. lleva dos horas sentado en mi sillón atascándose mi pollo frito. habla sobre su concierto, su concierto gay. habla con una naturalidad que solo puede concebirse en las personas enamoradas, su piel, su cabello, su sudor y la playera que con suerte atrapó a final del concierto. no le valió recibir una puñalada en el rostro, ni dar su número telefónico a un pelirrojo que no dejo de olfatearle el hombro al termino de cada canción. Josías habla, yo solo lo miro y digo: ¿uh?. No lo entiendo, pero luce hermoso cuando habla con esa emoción y excitación pre-orgásmica. Mmm.. sé que le gustan las mujeres, mi cuello y mis piernas que dice, no son flacas, como yo digo cada vez que me mira desnuda. Umm.. que Josías tan inestable, tan heterosexual, tan gay, tan sorpresivo, umm.. haré una prueba cuando termine con el pollo frito.